Si yo pudiera hablar con mi yo de hace cinco años

Si yo pudiera hablar con mi yo de hace cinco años, quizás cambiaría algunas cosas. Le daría consejos, le advertiría sobre decisiones que no le harían bien y le pediría que tenga más confianza en sí mismo. Pero si pudiera elegir, preferiría hablar con mi yo de hace seis años. Porque fue en ese tiempo donde cometí errores más profundos, y donde no supe valorar lo que realmente importaba.

Le diría que abrace más a las personas que ama, que no dé por sentada su presencia. Le diría que pase más tiempo con quienes lo aman sinceramente, porque no sabe cuán rápido puede cambiar todo. Le advertiría sobre la pérdida inesperada de alguien que hoy le hace mucha falta. Le pediría que no posponga las visitas, las llamadas, los abrazos. Que no se guarde palabras de cariño, porque quizás no tendrá otra oportunidad.

También le hablaría de sus decisiones. Le aconsejaría pensar con el corazón, pero también con calma. Que no tome decisiones por impulso, que no se guíe solo por lo que otros esperan de él. Que escuche más a su voz interior, porque aunque a veces parezca confundida, esa voz le quiere ver feliz.

Le pediría que no se deje consumir por la rutina ni por la presión de ser perfecto. Que no todo en la vida es éxito o productividad. Que se dé permiso para descansar, para equivocarse, para empezar de nuevo.

Y si pudiera cambiar algo más, lo animaría a expresar lo que siente. A pedir ayuda cuando la necesite, a no callar lo que le duele. A mostrar su vulnerabilidad, porque en ella también hay fuerza.

Al final, le daría un fuerte abrazo. Le diría que, aunque el camino no ha sido fácil, ha logrado mucho. Que, gracias a sus errores y aprendizajes, hoy soy quien soy. Y aunque a veces me pese lo que no hice a tiempo, también he aprendido a valorar más el presente y a quienes aún están a mi lado.